Rebanadas
de Realidad
- Bambú
Press, México, 05/03/06.- El
70 por ciento de la población colombiana malvive en los anillos de pobreza de
grandes ciudades como Bogotá, Barranquilla, Cali y Medellín. La mayoría proviene
del campo, de donde fue desplazada a partir de los años ochenta por la violencia
ejercida por los narcotraficantes, el ejército, los paramilitares y la guerrilla.
Se estima que sólo 28 por ciento de los colombianos reside en áreas rurales, dedicados
a tareas agrícolas no vinculadas al cultivo de drogas, como café, banano, flores,
azúcar, palma africana y frutas exóticas. ¿En qué cambiará
la situación económica de Colombia a partir del primero de enero de 2007 cuando
entre en vigor el Tratado de Libre Comercio firmado con Estados Unidos? Es una
incógnita, a pesar del apresurado optimismo que ya han manifestado el gobierno
del presidente Álvaro Uribe y el sector industrial. Tras 22 meses de
negociaciones, iniciadas en mayo de 2004 en Cartagena de Indias, el 27 de febrero
pasado se hizo el anuncio pero aún falta que los congresos de ambos países ratifiquen
el acuerdo. Los responsables de la economía colombiana confían lograr un crecimiento
del 50 por ciento de sus exportaciones en los tres primeros años del TLC. Algunos vaticinan
la creación de casi 250 mil nuevos puestos de trabajo, pero es poco si se toma
en cuenta que los sectores agrícolas y avícolas generan dos millones y medio de
empleos. Según el economista Alejandro Gaviria, subdirector del Departamento Nacional
de Planeación del Banco de la República y de la Fundación para la Educación Superior
y el desarrollo (Fedesarrollo), la economía colombiana necesita la creación de
400 mil empleos anuales. Los sectores productivos
que se consideran perjudicados ya expresaron su pesimismo. La Central Unitaria
de Trabajadores (CUT) anunció protestas y los partidos políticos de oposición
advirtieron que no apoyarán este acuerdo. El presidente de la Federación Nacional
de Productores de Cereales, Luis Quintero, afirmó que "el balance es muy negativo"
para el país. Los criadores de pollo, a su vez, temen a la competencia estadounidense,
que exporta a precios muy baratos. El titular de la Federación de Avicultores,
Jorge Bedoya, dijo que el nuevo tratado generará "una distorsión del consumo". Colombia es el segundo
país andino que suscribe un TLC con Estados Unidos, después de Perú en diciembre
del año pasado. Ecuador, en cambio, todavía no ha logrado ponerse de acuerdo y
debe reanudar las negociaciones a mediados de marzo. Cuando el presidente
Álvaro Uribe viajó a Washington para "afinar" con George W. Bush algunos detalles
del Tratado de Libre Comercio, The Washington Post lo consideró un "aliado
eficaz" y demandó a la Casa Blanca "darle lo que desea". Al
día siguiente de la firma del acuerdo comercial, el ministro de Defensa colombiano,
Camilo Ospina, se reunió con el secretario de Defensa estadounidense, Donald Rumsfeld,
para tratar temas relacionados con seguridad, lucha contra el terrorismo y combate
al narcotráfico. En los últimos cinco años, Estados Unidos suministró al país
suramericano alrededor de 4 mil millones de dólares a través del Plan Colombia,
una iniciativa antidrogas que ha logrado pocos resultados. Gracias a este programa,
las fuerzas armadas y la policía colombianas se han transformado en una poderosa
máquina de guerra equipada con sofisticados radares, aviones espía, 30 helicópteros
Black Hawk y 75 Huey UH-1H. Además, se crearán cinco nuevos batallones de combate
y se calcula que 52 mil soldados se sumarán a los más de 150 mil efectivos que
ya existen. De esta forma, cerca 320 mil personas se dedicarán a tareas militares,
de inteligencia y seguridad. Lo que subyace en
el fondo del Plan Colombia y del TLC es el esfuerzo de Estados Unidos por frenar
la creciente influencia en la región del presidente venezolano Hugo Chávez, principal
"sepulturero" del Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que ya apesta
a cadáver. |