Rebanadas
de Realidad
- Ciudad de Panamá, 19/01/09.- George
W. Bush, llegó tu hora. No la de tu muerte vital, sino la de tu muerte
política. Esto es peor, pues, como Sharon, eres un muerto en vida, sólo
que ese genocida no es conciente que se ha convertido en una piltrafa
por la que paga todos sus muertos, pero tú sí sufrirás el escarnio.
Un par de zapatos te lo han anunciado.
Se acabaron tus
tiempos de “gloria” en que quisiste gobernar al mundo con puño de hierro,
pero no pudiste. Te vas como un paria, repudiado en tu país y en el
mundo. Tu legado para la historia será como el de Nerón, un narcicista
alcohólico que deja un reguero de sangre y dolor. Te solazaste con la
tortura y el sufrimiento ajeno, con los cientos de miles que tu mano
asesinó en Afganistán, en Irak, en Palestina.
Acaso todavía te
preguntas: “¿Por qué nos odian?” Mira lo que acabas de hacer en Gaza
y tendrás la respuesta. No te escudes en que no aprestaste el gatillo,
ni arrojates las bombas. Tú pagaste las armas, tú los alentaste a matar
y los protegiste en “Naciones Unidas”. No digas que eres “civil”, “comandante
en jefe”. De ahora en adelante serás civil, pero no inocente, al igual
que aquellos que desde “occidente” financian y justifican a esos criminales,
“en el nombre de Dios”.
Los fascistas judíos
te deben una. No sé si te pagarán. Lo que sí tienes asegurado es la
maldición eterna para tí y tus descendientes de los cientos de madres
que han visto morir a sus hijos. Maldito seas. Yo también te maldigo.
De tu madre se acuerdan
cada día no solo los que sufren en Oriente Medio, o los que se pudren
en una cárcel en Guantánamo, sin juicio y sin derecho que valga; de
tu madre también se acordarán cada día los millones que en Estados Unidos
están perdiendo sus empleos y sus casas. Ladrón, corrupto, además de
genocida y torturador.
De tu padre nos
acordamos en Panamá, en especial los cientos de familiares de aquellos
que cayeron el 20 de Diciembre de 1989. Provienes de una disnastía criminal.
Espero que los norteamericanos no serán tan estúpidos para elegir en
el futuro a tu hermanito como presidente. Espero que hayan tenido suficiente.
Si no fuera por
la doble moral que impera en el mundo tu estarías junto a tus amigos
Olmert, Lipi, Cheney y tus secretarios, en un banquillo para ser juzgados
como criminales de guerra en un nuevo Nuremberg. Si no fuera por la
corrupta conciencia del “mundo democrático” y “civilizado”, que llama
“terroristas” a quienes defienden a su pueblo de la agresión, mientras
tú y los tuyos pueden matar impunemente.
¿Impunemente? Como
todavía te quedan unos años de vida, quien sabe y el mundo cambie lo
suficiente para que veamos como se te hace justicia aquí en la tierra.
Mientras ese momento
llega, espero que seas abucheado por donde vayas. Que te tiren miles
de zapatos. Que la gente se niegue a estrechar tus manos ensangrentadas.
Y a mí, que ningún judío me hable de “holocausto”, ni del gueto de Varsovia,
si antes no me habla de los palestinos y de Gaza. El “holocausto” se
ha convertido en una vil excusa para asesinar niños palestinos, para
robarles su vida, sus tierras y sus casas. Todo aquel que avale a los
Hitleres actuales no tiene noral para hablar de holocausto.
Te vas Bush, pero
dejas a muchos como tú en el Pentágono y en todo el mundo. Pobre futuro
para el mundo. ¿Cuándo querrá la humanidad que la tortilla se vuelva?
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