Rebanadas
de Realidad
- Ciudad de Panamá, 01/04/11.-
Cuando uno cree haberlo visto todo, después de haber sufrido los gobiernos de
Endara, el Toro, Mireya y Martín, e ingenuamente piensa que ya no puede haber
nada peor, llega Ricardo Martinelli. Los escándalos de corrupción, malos manejos,
medidas antipopulares, represiones despiadadas, las metidas de patas y de manos
han llegado a su paroxismo, superando a sus predecesores, con el gobierno de “
la Alianza ”. Martinelli ha demostrado ser “más de lo mismo”, pero peor, agregamos
nosotros. No
se había secado la tinta respecto a las revelaciones de Wikileaks, en los que
la ex embajadora norteamericana señalaba que el propio Martinelli le había solicitado
ayuda técnica para espiar los teléfonos de sus opositores, cuando estalló el escándalo
en el Ministerio Público, en el que el Procurador encargo (por Martinelli) y su
equipo se hacían acusaciones mutuas respecto a un millonario soborno para poner
en libertad a procesados por narcotráfico. Ahora se estremece al país con las
revelaciones de la abogada Zulay Rodríguez que acusa al hombre de confianza del
presidente, Ítalo Antinori, y a un magistrado nombrado por éste, José A. Almengor,
de crear un grupo conspirativo (PAMAGO) para sacar a la ex procurador Ana Matilde
Gómez, el cual operaba desde la Presidencia de la República y mantenía informado
al propio presidente. Todas estas denuncias de corrupción se han hecho públicas
por gente del entorno cercano del presidente demostrando la falta de escrúpulos
del grupo gobernante. Aunque
los medios de comunicación y algunos sectores políticos y de la sociedad civil
hacen el esfuerzo por concentrar las denuncias sobre el magistrado Almengor y
Antinori, lo que es evidente es la participación directa del Presidente en los
escándalos denunciados. Por ello, desde el Movimiento Popular Unificado (MPU)
y el Partido Alternativa Popular (PAP) señalamos que no basta con la renuncia
de Antinori y la separación del cargo de Almengor para echarle tierra al asunto.
Es necesario que el propio Presidente Ricardo Martinelli sea investigado y establecida
su relación con el escándalo de PAMAGO y las denuncias de los Wikileaks. Todas
estas denuncias, que provienen del mismo seno del gobierno, evidencian que estamos
no sólo ante un gobierno descompuesto, sino que el régimen político panameño ha
llegado al punto supremo de la podredumbre. La supuesta “democracia” panameña
se basa en el poder del dinero para comprar firmas y votos y ha degenerado en
un sistema plutocrático y corrupto. Por eso el PAP y el MPU rechazamos las reformas
propuestas por la CNRE y el Tribunal Electoral que mantienen incólume la esencia
de este sistema político. Por eso rechazamos la pretendida comisión de “notables”
nombrados de a dedo por el Presidente, en complicidad con el PRD, para reformar
la Constitución Política. Para barrer el régimen corrupto exigimos una Asamblea
Constituyente con representantes electos por el pueblo. |